«Debemos recordar en todo momento que, sin clientes, ninguno de nosotros tendría trabajo. Forje con los clientes una relación basada en la confianza. Aprenda a conocerlos. Muéstreles interés. Haga que se sientan importantes y verá cómo se interesan por usted y por sus productos, mucho más que si se limitase a enviarles un simple pedido. Sea cual sea su puesto en la empresa, es fundamental que tenga siempre en cuenta a los clientes y usuarios, incluso si no trata directamente con ellos. ¿Qué esperan de usted los clientes? ¿Cómo puede usted contribuir a facilitarles la tarea? ¿Cómo puede hacerles la vida más fácil?»

«Los grandes jefes de empresa se centran en los resultados a largo plazo y no en las ganancias inmediatas. Conciba su función en la empresa como si fuera un inversor a largo plazo y no un especulador puntual. Esta es una mentalidad que escasea en la realidad comercial actual. Las relaciones a largo plazo se basan en la confianza y el respeto, elementos que se aplican al trabajo cotidiano. Muestre respeto y entable un vínculo de confianza con sus clientes, usuarios y colegas en todo aquello que haga. Sea siempre conciso y directo en sus interacciones. No se limite a decirle a la gente lo que quiere oír. Diga las cosas tal como son».

«Una empresa que no ofrezca productos de calidad solo podrá alcanzar un éxito efímero. Nuestros empleados pueden sentirse orgullosos de nuestros productos, pues cada persona que integra la empresa contribuye a garantizar nuestro nivel de excelencia. Recuerde en todo momento que el trabajo que usted desempeña tiene un papel fundamental».

«Una empresa líder atrae a los mejores talentos, y nuestro éxito depende de nuestros empleados. Si tiene una mentalidad ganadora, su instinto le llevará a unirse a los mejores. Todo reside en el desafío de desarrollar una marca. Si su marca es líder del mercado, los clientes comprarán sus productos al mismo precio y, lo que es más, no aceptarán productos de sustitución».

«Todos los integrantes de la empresa son importantes. Todos. Esto es absolutamente fundamental y debe hacer todo lo posible por que sus colaboradores se sientan valorados. En nuestra cultura de empresa, todo el mundo recibe el debido reconocimiento por su contribución, con independencia de su función. No hay personas privilegiadas con plazas de aparcamiento reservadas. Se llama a todo el mundo por su nombre de pila. Nadie es «don o doña X. Todos somos Juan, Carolina, Pedro, Marcos, etc., y trabajamos juntos para lograr un mismo objetivo. Contamos con cada uno y cada una de ustedes para triunfar. Nos respetamos mutuamente».

«Los nuevos empleados que se incorporan a nuestras filas lo hacen con visión de futuro. Como si de una carrera de fondo de tratase. Cuando contratamos empleados, estos no tardan en descubrir que, en caso de quedar vacante un puesto de mayor responsabilidad, todos tienen derecho a optar a él. Las personas trabajan de un modo más inteligente y con más implicación si sienten pasión por su trabajo. Una empresa excepcional se esfuerza por crear un ambiente agradable, de forma que los empleados se sientan felices de acudir al trabajo cada mañana. En este tipo de empresas, aunque haya incertidumbres puntuales, los empleados tienen confianza en su futuro, pues saben que su esfuerzo será reconocido. Se anima a todos los empleados a progresar, a enfrentar los desafíos diarios de una forma positiva y a buscar cualquier oportunidad que contribuya al éxito de la empresa. Si queremos que un empleado se dedique en cuerpo y alma a una tarea, debemos recompensar sus esfuerzos, pues existe una reacción directa de causa-efecto. Cada empleado podrá ganar más dinero si la empresa también adquiere algún tipo de ventaja».

«Las empresas excepcionales progresan con ideas creativas de personas con talento, así que conviene asumir riesgos. Por supuesto, todos cometemos errores por el camino. Desde luego, yo he cometido errores y, quienes sean pioneros, sin duda también los cometerán. No se estanque en su trabajo; desarrolle su curiosidad. Abandone su zona de confort y asuma riesgos. Desarrolle su creatividad: así incitará a los demás y a usted mismo a probar cosas nuevas».

«Tenemos mucha suerte. Con independencia de nuestras respectivas situaciones personales, hay mucha gente en el mundo que jamás tendrá las oportunidades que nosotros tenemos. Nos corresponde tender una mano amiga y ayudar a los demás a nuestra manera. Todos estamos conectados de una forma u otra, pues todos integramos una comunidad más amplia. Debemos diferenciarnos: quizás no cuente con muchos recursos económicos pero, lo que pueda hacer, hágalo. Cada día, intente dar algo a cambio y contribuir a su manera. Ayude al prójimo, dedique tiempo a los demás, haga lo que pueda».

«El éxito exige mucho trabajo, pero también se puede disfrutar, a cada paso, del camino que nos lleva a dicho éxito. La actitud es lo que cuenta. Yo mismo intento respetar esta máxima de vida. No se tome demasiado en serio ni se crea demasiado importante. Por supuesto, está bien aspirar a ser una persona decisiva y a hacer cosas importantes, pero dejando de lado el ego. Identifique las cosas que tienen importancia para usted y que puede cambiar, y olvide el resto. Disfrute y sea productivo. Las empresas excepcionales existen porque tienen empleados formidables. Cuando yo empecé mi andadura, pronto me di cuenta de que no era un genio y de que debía contratar al mejor talento para convertir la empresa en un lugar agradable en el que trabajar y que nadie quisiera abandonar. Los empleados quieren quedarse con nosotros y contribuir al progreso de la empresa».s salariés veulent rester chez nous et contribuer à bâtir l'entreprise. »